Fuente Alimentos para la salud y la curación por Yogui Bhajan
La mayoría de los occidentales tienen una idea fija sobre la proteína. Creen que no pueden vivir sin ella y que la salud de sus niños peligrará si no consumen grandes, enormes cantidades de proteínas. Esto es especialmente cierto en los hombres que creen que su fortaleza física y sexual dependen del consumo diario de proteínas, particularmente carne, que como veremos, es casi lo opuesto de lo verdadero. A las mujeres, se les ha hecho hincapié en la proteína como un medio de perder peso, con las famosas dietas altas en proteína, en donde el 80% de la dieta es proteína que incluye carne, pescado, huevos y que sigue siendo popular. ¿Por qué? Principalmente, este éxito debe atribuirse a los grupos con intereses económicos en la carne, que han convencido a los occidentales que necesitan consumir más carne de origen animal por persona que casi cualquier otra sociedad en la tierra.
De hecho, el organismo no requiere de una gran cantidad de proteínas (la OMS ha determiado que el promedio del requerimiento proteíco de un adulto es 35 ó 45 gramos por día. El occidental promedio consume 120 gramos de proteína diaria). En la medida que incluyas algunos productos lácteos simples y comas una diversidad de vegetales, especialmente vegetales verdes, no deberias preocuparte. El problema es que, de todos los grupos alimenticios, la proteína es la más difícil de digerir. El exceso de proteína conduce a lo que llamamos envenenamiento proteico, y te matará… lentamente. El exceso de proteínas en el aparato digestivo hace que el hígado y otras glándulas relacionadas con él, trabajan en exceso, hasta el punto de debilitarse de forma permanente.
El exceso de toxinas que se libera en el sistema puede causar hedor corporal. Los visitantes de países vegetarianos más pobres, muchas veces comentan que los occidentales despiden un olor corporal muy fuerte.
A pesar de que consumir mucha proteína es en sí un problema, mayor es el problema de comer carne. No consideramos aquí las implicaciones morales de comer carne. Estrictamente desde el punto de vista de la salud, el comer carne no es recomendable y esto incluye los huevos. Los huevos, como otras carnes, son una proteína animal altamente concentrada. ¿Por qué la proteína animal es nociva? Al morir el animal, sus proteínas se coagulan en un par de horas. Pasan por un proceso de autoputrefacción, en el cual la substancia original empieza a descomponerse y desintegrarse liberando varias toxinas. Al comer carne, no puedes digerir por completo en el aparato digestivo superior y por lo tanto, el proceso de putrefacción y liberación de toxinas continua en el colon. Estas toxinas pueden inicialmente ser absorbidas por el hígado, pero eventualmente, incluso el hígado no puede con ellas y entonces contaminarán el cuerpo. La proteína vegetal, en comparación, no pasa por el proceso de autoputrefacción (a menos que ya esté descompuesta antes de consumirse). Su residuo principal es la celulosa, que es completamente inerte.
Existen además otras razones para no comer carne. Hemos visto ya que la carne es uno de los alimentos que producen más acidificación y comer carne como un elemento principal de nuestra dieta nos produciré una mayor acidez en la sangre. La sangre acida es el ambiente ideal para el desarrollo del cancer. Estudios que relacionan las dietas de carne al cáncer de mama lo mencionan. La carne es también una de las fuentes principales de colesterol, que contribuye a las enfermedades del corazón. y al endurecimiento de las arterias. La mayoría de los animales que son criados para faenarlos, son alimentados con diversos productos químicos y hormonas para que crezcan más rápido y alcancen un mayor tamaño. No debe ingerirse hormonas sin prescripción medica, pero si estas se absorben en pequeñas cantidades al consumir la mayoría de la carne que se vende.
Muchas enfermedades comunes en Occidente son relativamente escasas en países donde se consume poca carne. En lugares como el sur de la India, donde casi todos comen una dieta simple de arroz, lentejas y yoghurt, el cáncer, las enfermedades de corazón y la impotencia son muy poco frecuentes. Es cierto que la gente es muy pobre y hay problemas de mala nutrición, mortalidad infantil y enfermedades contagiosas. Pero la enfermedad que ahora es una plaga en Occidente es casi inexistente. ¿Deberíamos ignorar este hecho?
Nuevas corrientes de opinión parecen sugerir que la gente en Occidente está comenzando a revisar sus hábitos alimenticios. Durante mucho tiempo, los occidentales consideraron que debían tener el coche más grande, con el motor más grande, que quemara la mayor cantidad de combustible; ahora están comenzando a aprender que economía y eficiencia son también virtudes. Un pequeño coche, con buen rendimiento de su motor, puede ser igualmente veloz y entretenido de manejar. Tal vez esta forma de pensar llegará al aspecto alimentación también. Los Occidentales creyeron durante años que más proteína, filetes de mayor tamaño y más cantidad de comida eran el camino hacia un organismo fuerte y sano.
Tal vez llegaran a admitir que una alimentación liviana y más nutritiva, en menores cantidades construirá un cuerpo que será mas eficiente, requerirá menos manutención y durará más, sin necesidad de intervención quirurgicas. El león es un gran comedor de carne, es conocido como el rey de la selva, pero no hay animal que pueda compararse con el elefante en fuerza, siendo éste un animal por completo vegetariano.