“Cada elemento del universo está en un estado constante de vibración, manifestado hacia nosotros como luz, sonido y energía. Los sentidos humanos perciben sólo una fracción del rango infinito de vibración, así que es difícil comprender que la Palabra mencionada en la Biblia es, de hecho, la totalidad de la vibración que sostiene y subyace a toda la creación. Una persona puede sintonizar su propia conciencia de esa totalidad con el uso de un mantra. Al vibrar en ritmo con la respiración o un sonido particular que sea proporcional al sonido creativo o corriente de sonido, uno puede expandir su sensibilidad al espectro entero de vibración. Es similar a tocar una nota en un instrumento de cuerda. En otras palabras, así como vibras, el universo vibra contigo”.
Yogui Bhajan
Vivimos en un mar de energía, la energía vibra. Todo en la creación manifiesta está vibrando. Aun objetos aparentemente inanimados y sólidos están vibrando constantemente, sólo que vibran a una frecuencia menor o más lenta que los objetos animados. Algunas vibraciones son audibles; sonidos que podemos oír con nuestros oídos. Los pensamientos son sonidos silenciosos, vibraciones electromagnéticas. Entre más alta la frecuencia, menos densa y más etérea sea la calidad de vibración que oímos o hablamos, más se elevará nuestra propia frecuencia personal. Elevar nuestra propia vibración nos acerca más a experimentar y fundirnos con la vibración más elevada de todo, la creatividad original del universo.
El universo entero se creó a base de sonido, de vibración. Poniendo poéticamente, Dios habló y el mundo nació. De forma más precisa, Dios vibró y todos los universos y mundos, sistemas solares, océanos, cielo y tierra, y el millar de seres que los habitan aparecieron. Existe una frecuencia vibratoria que corresponde a todo en niveles de inteligencia o conciencia. Las situaciones, las personas y los eventos responden a las señales que tú envías. La frecuencia vibratoria de un mantra atrae hacia ti lo que sea que estés vibrando.
Cantar mantras, ya sea silenciosamente o en voz alta, es un método consciente para controlar y dirigir la mente. La felicidad, la pena, el gozo y el arrepentimiento son frecuencias vibratorias de la mente. Llámales actitudes o creencias, pero fundamentalmente, sin ondas pensamiento o frecuencias vibratorias. Ellas determinan el tipo de programa que nuestra mente desempeña. El escenario que escogemos se vuelve nuestra vibración, define cómo nos sentimos y qué es lo que proyectamos a los demás. Podemos ejercitar nuestro derecho a escoger en cualquier momento.
Fuente: Manual de Capacitación de KundaliniYoga Nivel 1