EL SUELO PÉLVICO LO SOSTIENE TODO
El suelo pélvico, el cual tiene tres capas de músculos, es uno de los grupos musculares más importantes del cuerpo de la mujer. La primera capa de estos músculos se asemeja al número 8, envolviéndose alrededor de la uretra, la vagina y el ano. Estos músculos están suspendidos entre los huesos pélvicos, como una hamaca, al frente están sujetados al pubis y atrás al coxis, con enlaces menores a la base de la pelvis.
Mientras el bebé crece, el peso del útero pone tensión adicional sobre los músculos del suelo pélvico. Cuando el tono de estos músculos está debilitado, la vejiga, el útero y los intestinos pueden descender hacia la pelvis. Esto puede resultar en un útero fuera de lugar, problemas urinarios o un recto pro-lapso. Tener los músculos del suelo pélvico débiles implica una mala circulación, lo cual pude repercutir en dolo es de espalda, venas Varicosas o hemorroides.
Cuando los músculos del suelo pélvico tienen buen tono muscular éstos son más elásticos, permitiendo tener más control de la vejiga, también se puede estirar con mayor facilidad y resistencia durante el parto. La práctica diaria te entrena a que conscientemente contraigas y relajes los músculos del suelo pélvico y te prepara para participar activamente en liberar a tu hija/o a través del canal de alumbramiento.
Ejercitar el suelo pélvico durante el embarazo e inmediatamente después del parto aumenta la circulación y activa los músculos, lo cual garantiza que el suelo pélvico se recupere rápidamente. Hacer los ejercicios del suelo pélvico inmediatamente después de una episiotomia ayuda a su sanación. Otros ejercicios de Kundalini Yoga ayudan a la recuperación de las otras dos capas del suelo pélvico y se pueden empezar a practicar 40 días después del parto.