por Bachan Pal K 14/08/12
Cuando la marea sube, cuando el huracán se acerca, cuando la situación de vida que tenemos actualmente representa un verdadero desafío, es precisamente cuando podemos probarnos si las herramientas que nos ha dado la vida y nuestra práctica espiritual funcionan. Dicen por ahí que el momento en que una plegaria es realmente verdadera, es cuando estamos en la pila caliente. En estos momentos nos debemos agarrar de los elementos que tenemos y que hemos aprendido, para sortear la marea.
Paradójicamente, una de nuestras mayores herramientas es aquella que más a menudo olvidamos y descuidamos: nuestra respiración. Si observamos la forma como respiramos, podremos notar que en momentos de tensión y miedo, el simple acto de inhalar y exhalar, se convierte en un movimiento mecánico y superficial. Nos centramos en nuestra mente, permitiéndole volar a momentos y espacios que no son el presente y nos llenamos de angustia, miedo o tristeza. Pareciera que nos cortan la respiración por unos segundos.
¿Qué tal si te digo que esto no es necesario?. En nuestro propio cuerpo contamos con un aliado que es un tesoro: la respiración. Yogui Bhajan decía que el ser humano es el Prani, es el que vive por la gracia del Prana. Esta energía vital universal, entra a nuestro sistema a través de la respiración, vivimos gracias a ella y si la utilizamos conscientemente, podemos convertir nuestros estados emocionales negativos, en una sensación de calma y claridad.
Haz un pequeño experimento cuando estés viviendo situaciones de tensión. Si te sientes impotente, desconsolado, desesperado, busca un lugar donde puedas refugiarte. En este espacio empieza a respirar muy lento y muy profundo. Haz énfasis en la profundidad de la inhalación y de la exhalación. Concéntrate en el poder calmante de tu respiración. Escucha el sonido profundo del aire cuando entra y cuando sale de tu sistema. Recuerda que este sonido te ha arrullado desde que empezaste a vivir en esta tierra. Deja que tu respiración siga calmándote cada vez más. Haz esto por 3 ó 5 minutos. Habrás vencido a un gran enemigo y triunfado sobre un estado emocional poderoso.
Utilizar conscientemente la respiración como herramienta para tu crecimiento, es un camino de toda la vida. Es un re-educar tu cuerpo, y adoptar “costumbres respiratorias” más sanas y sabias. La buena noticia es que es un cultivo que rápidamente puedes cosechar. Con sencillas técnicas de respiración, puedes obtener grandes resultados, en grandes momentos de desafío.
Una de las técnicas más sencillas y más poderosas, y que a mí personalmente me ha asistido en momentos importantes, es respirar por la fosa izquierda. Simplemente con tu pulgar derecho tapa la fosa derecha y empieza a inhalar y exhalar lenta y profundamente por la fosa izquierda. Puedes hacer 3 minutos de este pranayama y sentirás la diferencia.
El aire es nuestro maestro, la respiración es quien nos guía. Pavan Gurú! Recuerda que: si no puedes hacer nada al respecto, respira!