¿Tu profesor de yoga y personas a tu alrededor te han hablado de las maravillas del ghee y no tienes idea de qué es, cómo hacerlo o dónde conseguirlo y con qué se come? Bueno pues el ghee es el “último” secreto mágico de la cocina (porque tiene más años de los que te imaginas usándose).
El ghee es nada más y nada menos que mantequilla clarificada. Las impurezas y sólidos de la leche se eliminan al preparalo. Es una fuente de proteína pura y saludable. Puedes usarlo como mantequilla o aceite para cocinar.
Para hacer ghee hierve un cuadro grande de mantequilla sin sal a fuego lento en una olla grande cerca de 30 minutos. (No la pierdas de vista, pues tiende a quemarse fácilmente. Si empieza a volver café se está quemando.) Notarás que se va formando una espuma blanca hasta arribase, que separa las grasas saturadas de la leche del ghee amarillo.
Remueve toda la espuma blanca del tope de la olla y quedará una “mantequilla” de color amarillo claro: esto es el ghee. Vacíalo en un contenido de boca ancha, de vidrio limpio usando un colador de metal fino para no permitir que algún sedimento blanco se cuele. Almacénalo a temperatura ambiente tapando el frasco.
Mantenimiento del ghee
El ghee puede permanecer de 3 a 4 meses sin refigeración cuando se almacena en un contenido cerrado, hasta un año en el refrigerador e indefinidamente cuando se congela. Por lo tanto es una buena idea hacer grandes cantidades a la vez.
Úsalo para cocinar a altas temperaturas en estufa, horno y comal. Puedes cocinar cualquier alimento con ghee, cambia un poco el sabor de tus alimentos pero te sentirás tan bien con el tiempo que no vas a querer dejar de usarlo.
También puedes comprar ghee en tiendas vegetarianas o naturistas, listo para usarse.
Por Bachan Pal K.