Nació en Ohio (Estados Unidos) en el año 1946, pero desde 1974 profesa la religión sikh y lleva el correspondiente turbante y una larga barba. Su nombre sikh, Dharma Singh Khalsa, que le fue dado por su maestro Yogui Bhajan, el introductor del yoga kundalini en Occidente, es toda una declaración de principios vitales, pues su traducción es “el hombre que lucha como un león por su destino”. Y está a la altura. Hace casi 30 años se propuso unir la ciencia occidental y la milenaria tradición del yoga, y actualmente es un reconocido médico anestesiólogo, experto en tratamientos antienvejecimiento, que utiliza técnicas orientales de meditación, plantas medicinales, alimentos y nutrientes específicos en sus tratamientos.
Su heterodoxia no ha impedido que sea profesor de la Universidad de Arizona y forme parte del Programa de Medicina Integradora, junto con su amigo el doctor Andrew Weil y otros reconocidos profesionales.
Además, es presidente y director médico de la Fundación Internacional para la Prevención del Alzheimer y ha escrito tres libros: Rejuvenece tu cerebro, Curar el dolor y La meditación como medicina, todos publicados por la editorial Urano. El próximo año verá la luz en España su última obra, La alimentación como medicina.
Dharma Singh Khalsa nos recibe en el balneario de Vichy Catalán, que lo ha invitado para realizar unas charlas sobre antienvejecimiento. Su carácter es campechano, le gusta contar anécdotas y no duda en cantar un rock cuando cree que la grabadora no está en marcha.
— Usted ha desarrollado tratamientos para retrasar el envejecimiento cerebral y para prevenir o curar diversas enfermedades crónicas. ¿Qué papel desempeña la nutrición en su terapia?
— La razón por la cual todo el programa funciona, incluyendo la nutrición, es que el cerebro está hecho de carne y sangre. Soy médico y anestesista, y he trabajado en intervenciones neurológicas, por lo que he visto muy de cerca el cerebro, que no es una computadora sino un órgano que respira, como el corazón. Por eso tengo dos principios. El primero es que el cerebro está hecho de sangre y carne. El segundo es que lo que funciona para el corazón, también lo hace para el cerebro, con alguna ligera modificación. La investigación reciente demuestra que la gente que tiene colesterol alto y problemas cardiovasculares, como hipertensión, tienen un riesgo mayor de pérdida de memoria y otros problemas neurológicos. Así que si piensas en el cerebro y el corazón, te das cuenta de que ambos dependen de un flujo de sangre y nutrientes adecuado. En cuanto a la nutrición para el cerebro, los países que tienen una ingesta mayor de grasas saturadas y calorías, tienen las incidencias más altas de Alzheimer y todo tipo de enfermedades crónicas, como artritis, cáncer y otras. El Alzheimer, como muchas otras, es una enfermedad del modo de vida, aunque la genética tenga una parte de responsabilidad. La manera en que vives determina la manera en que funcionará el cerebro. Debiera reducirse la ingesta de grasas hasta un 20% de las calorías como máximo. Las proteínas debieran proporcionar el 40% y los hidratos de carbono complejos el 40% restante. Un plato modélico, por ejemplo, está formado por 4 o 5 verduras (coliflor, zanahorias, cebollas…), una cantidad importante de un cereal integral, arroz por ejemplo, y si una persona quiere comer carne roja, pescado o pollo, dos o tres veces a la semana, debe estar presente como un simple condimento, una pequeña cantidad.
— ¿Qué suplementos recomienda y en qué cantidades?
— El otro día vi una casa cerca de la playa rodeada de árboles. Pensé que si las personas que vivían allí, respiraran el aire puro, bajaran cada mañana a caminar y a nadar en la playa, comieran bien y no se estresaran, quizá no necesitarían suplementos. Pero como la mayoría de la gente, seguramente esas personas trabajaban mucho, tenían siete ordenadores, tres o cuatro móviles, un fax, dos televisiones y comían deprisa. Entonces sí que tienen que tomar vitaminas. La mayoría de la gente necesita multivitaminas con presencia especial de las antioxidantes E y C, y de las del complejo B, muy importantes para la producción de energía. Una deficiencia de estas vitaminas favorece el declive mental. Además hay que asegurarse las cantidades suficientes de oligoelementos minerales. En muchas partes del mundo el suelo está agotado por la agricultura intensiva y los alimentos no tienen los suficientes.
— ¿Cuáles son los nutrientes específicos para el cerebro?
— Son cinco. Debieran tomarse entre 300 y 400 UI de vitamina E (las personas con Alzheimer pueden enlentecer el desarrollo de la enfermedad tomando 2.000 UI) que también es buena para el corazón y para el sistema inmunitario. Luego coenzima Q10. Un investigador, Bill, que dio a conocer su importancia, me dijo que debiera añadirse al agua potable, tal es su importancia. Todo el mundo debiera tomar 100 mg diarios. Se ha descubierto que 300 mg pueden evitar el trasplante de corazón en las personas que de otro modo lo hubieran necesitado. El último estudio demuestra que una dosis muy alta, 1200 mg diarios, puede reducir los efectos de la enfermedad de Parkinson. Un mínimo de 120 mg diarios de Ginkgo biloba incrementa el flujo sanguíneo en el cerebro. Mi última recomendación es tomar entre 50 y 100 mg de ácidos grasos omega-3. Uno de ellos, el docosahexaenoico, es muy bueno para aumentar la concentración. Está indicado, por ejemplo, en los niños que sufren hiperactividad debido a un consumo excesivo de Cocacola, demasiada cafeína y demasiado azúcar. Si una persona come salmón, sardinas o aceite de linaza dos o tres veces a la semana no necesita suplementos de omega-3. Luego hay dos sustancias específicas para las personas con algunos problemas. El primero es huperzina A, obtenida de un musgo chino (Qian Ceng Ta, Huperzia serrata). El segundo es la vinpocetina, de la planta vincapervinca (Vinca minor), que incrementa la actividad cerebral.
— En sus tratamientos también utiliza medicamentos convencionales y hormonas. ¿No le preocupan los efectos secundarios?
— Sí, pero soy médico y puedo valorar los riesgos y las ventajas. Si a los 75 años tienes muchos problemas vale la pena correr un pequeño riesgo, que procuro que sea el menor posible. Ese es el arte de la medicina. Claro que a los 40 años no conviene cargar el cuerpo con drogas. A partir de los 50 o 60 se pueden obtener muchos beneficios de tomar algunas hormonas [pregnenolona y DHEA] porque su producción en el cuerpo disminuye: se nota cansancio, se engorda, hay cierta torpeza mental, la libido disminuye… Hay médicos que utiliza dosis muy altas, yo no. Los anestesistas aprendemos a utilizar siempre dosis muy pequeñas, porque siempre hay tiempo de aumentarlas si es necesario. No busco una sobreestimulación, sino la prevención y regeneración, que puede obtenerse con un uso juicioso.
— ¿Y el entrenamiento mental? ¿Qué prácticas recomienda?
— Depende de la persona. A mí por ejemplo me gustan las novelas de aventura, del tipo James Bond. Así me lo paso bien y mantengo la mente activa. Otra cosa que me gusta es la música. A otras personas les gustarán los crucigramas, los puzzles… Una cosa interesante es que la investigación ha demostrado que si combinas el ejercicio físico con el mental, por ejemplo, corres e intentas recordar canciones, incrementas enormemente la conexión entre los dos hemisferios cerebrales.
— También da mucha importancia a la meditación, y en concreto al kundalini yoga. ¿Ha podido demostrar su eficacia?
— El estrés crónico aumenta la hormona cortisona, que es un tóxico para el cerebro. Cualquier tipo de meditación baja la cortisona, y esto ya es muy positivo. Las meditaciones con kundalini, que incorporan mantras (sonidos) y mudras (gestos con las manos), son aún más eficaces que otras técnicas más sencillas. En el año 2001 se hizo un estudio en Harvard utilizando kundalini y se demostró que el hipocampo, un centro importante para la memoria, resultaba estimulado. También se vieron muchos otros efectos, como un aumento del óxido nítrico, que dilata los pequeños vasos sanguíneos y bloquea la adrenalina. La investigación de los efectos del kundalini sobre el cerebro sólo está comenzando, pero los primeros resultados ya son impresionantes. Las imágenes del cerebro tomadas con escáner demuestran que la meditación aumenta la actividad en el lóbulo frontal y en los centros de la memoria. Otras investigaciones muestran que la meditación equilibra la serotonina, la dopamina y otros neurotransmisores. Los proyectos de investigación que se van a hacer van a ofrecer unos resultados fantásticos.
— ¿A sus pacientes occidentales no les resulta demasiado extraño cantar mantras y hacer mudras? ¿Cómo les convence de sus beneficios?
— No tengo que convencerles. Ni siquiera menciono las palabras yoga o meditación. Llamo a estos ejercicios terapias mente— cuerpo, algo tan normal como el nombre de esta revista. A menudo en las conferencias ni siquiera menciono la palabra yoga. Cuando escribo sí explico que son técnicas que derivan del kundalini yoga.
— Usted combina conocimientos tradicionales y científicos, ¿nunca encuentra contradicciones?
— Hace tanto tiempo que trabajo en unir ambos puntos de vista que no los separo. He asimilado los conocimientos de oriente (yoga y medicina china) y de occidente, por lo que no me ubico en ninguna categoría. Estoy al margen de clasificaciones.
— ¿Realiza el diagnóstico energético oriental individualizado o recurre a los métodos científicos convencionales?
— Es una buena pregunta. Los uso todos. Empiezo haciendo una historia del paciente, averiguo qué es lo que más le preocupa en su vida, me intereso por todas sus enfermedades pasadas, las alergias, las medicinas que ha tomado… Hasta aquí es, más o menos, lo que hace un buen médico convencional, pero luego también tengo en cuenta los síntomas que nos dicen cómo está la energía en esa persona, cómo duerme, qué ejercicio hace, cómo va de estrés, cómo es su vida espiritual… También analizo las actividades cotidianas. Veo qué cosas hace el paciente a lo largo de un día, hora por hora, busco dónde se pueden hacer modificaciones. También examino los análisis de sangre, los rayos X, los escáner… También tomo los pulsos tal como hacen los orientales. Aprendí lo básico de esta técnica cuando estudiaba acupuntura en la Universidad de UCLA, pero con mi intuición, experiencia, habilidad y capacidad para meterme en la piel del paciente he ampliado mucho las posibilidades de este método para diagnosticar. Además, antes de ver a un paciente, hago lo mismo que los médicos del Dalai Lama: me purifico cada mañana durante dos horas. Hago sadhana, que combina yoga, meditación y oración. Lo último que hago es someter al paciente a dos pruebas de memoria convencionales.
— ¿La meditación ayuda a desarrollar una sensibilidad especial que nos ayude a intuir lo que nos conviene, ya sean alimentos o cualquier otra cosa?
— Te ayuda a saber lo que Dios quiere para ti. Esto significa una ayuda real práctica y espiritualmente.
— Quizá meditar cada mañana no pueda arreglar todo lo que estropeamos con una jornada ajetreada… ¿Llevar un estilo de vida más espiritual no sería más sano?
— Todo el mundo tiene su propio estilo de vida. Todo lo que haces repercute en tu salud. Lo que ocurre es que las costumbres a veces se convierten en adicciones, y aunque tengan efectos negativos se mantienen toda la vida. Pero haciendo cambios pequeños podemos aumentar la calidad de vida. Por otra parte, cada vez vivimos más años y tenemos más probabilidades de sufrir problemas mentales, por eso es importante prevenirlos con un estilo de vida correcto. Otra cosa importante es algo que siempre he sabido pero que se ha demostrado recientemente. Es que las personas que llevan un estilo de vida que podemos llamar más espiritual, que están en contacto con lo esencial de sí mismos, que sienten una poderosa fuerza trascendente en su interior, viven más años, con mejor salud y se recuperan mejor cuando sufren un problema. Estas personas tienen una mente sutil y práctica. Tienen sabiduría, que es la combinación de conocimiento y experiencia. Mi deseo es que las personas desarrollen su sabiduría, sean seres humanos plenos, porque así entre todos podremos cambiar el mundo y hacerlo un lugar más agradable para vivir.
— ¿Tiene intención de escribir un libro sobre los beneficios del estilo de vida espiritual, verdad?
— Sí, estoy trabajando en él. Es un secreto, pero te voy a decir el título: La vida sin muerte.
— ¿Cuántos años espera vivir? ¿Le sorprendería sufrir una de las enfermedades que trata de prevenir?
— Eso no depende de mí, depende de Dios. Por supuesto me fastidiaría mucho sufrir un problema de memoria o similar, no estaría contento, pero lo cierto es que si vives lo suficiente algo va a venir a morderte. Eso es la vida. Lo que suceda, sucederá. Yo no pienso como Deepak Chopra, el neurólogo y experto en medicina tradicional de la India, que no cree en el envejecimiento. Creo que envejecemos, pero no es necesario que degeneremos. Incluso podemos regenerarnos a medida que envejecemos y, sobre todo, podemos desarrollar la sabiduría de la cual hablábamos antes.
— ¿La preocupación excesiva por el envejecimiento no puede ocultar una no aceptación de la muerte?
— Sí, y esa preocupación puede ser también un estrés. Pero los estudios demuestran que lo que más le preocupa a la gente es dar un discurso en público. Es el miedo número uno. Ahora en serio. Es cierto que la principal preocupación de la gente, aunque sea de manera subconsciente, es la muerte. Si fuera posible concretar ese miedo y eliminarlo, desaparecerían todos los demás. En realidad no hay nada de lo que haya que tener miedo, porque primordialmente somos seres espirituales teniendo una experiencia humana. No somos seres humanos buscando una experiencia espiritual. Cuando comprendemos esto, que somos espíritu, entonces podemos darnos cuenta de que ese aspecto de nosotros no muere. Es entonces cuando empezamos a vivir realmente, porque hemos descubierto el cielo en la tierra.
— ¿En qué está trabajando ahora? ¿Qué investiga?
— En un par de cosas. Una es el trabajo que hacemos en la Fundación Internacional para la Prevención del Alzheimer sobre los efectos neurobiológicos de la meditación. Estamos desarrollando una ciencia completamente nueva y la hemos llamado “neuroteología”. Por otra parte continúo en el negocio de hacer amigos y ayudar a la gente, y juego al tenis de vez en cuando. Mientras pueda hacer todo esto me sentiré bien.
MEDITACIÓN TERAPÉUTICA
Cómo se hace sadhana
Dharma Singh Khalsa predica con el ejemplo. Realiza diariamente 62 minutos de sadhana, tal como le enseñó su maestro, una práctica a la que se atribuyen enormes beneficios. Una explicación de sus efectos tiene relación con la hora en que se practica: entre las 4 y las 7 de la mañana, lo que los yoguis llaman las “horas de la ambrosía” (arnrit vela), es cuando la glándula pituitaria segrega sus hormonas. El objetivo es favorecer el equilibrio de la personalidad, la fuerza física, la gracia, la intuición… A continuación se detallan los consejos de Dharma Sing Khalsa para realizar el sadhana:
• La noche anterior se come ligeramente, lo más temprano posible. Es difícil concentrarse durante la meditación si todavía se está digiriendo la comida. Una hora razonable para acostarse es las 10, por ejemplo.
• Conviene vaciar los intestinos la noche anterior o al levantarse para favorecer la concentración mental.
• Hay que levantarse antes del amanecer, entre las 4 y las 7 de la mañana.
• Es recomendable aplicarse un ligero masaje sobre el cuerpo con aceite de almendras y darse una ducha tibia o fría.
• Si se tiene hambre se pude comer una pieza de fruta o una barrita de muesli.
• Se elige un lugar tranquilo, con un asiento cómodo pero no demasiado suave. Conviene que entre la luz natural.
• Se puede iniciar la concentración cantando el mantra “Ong Namo, Guru Dev Namo” (me inclino ante mi yo superior). Mientras se canta hay que sentarse con las piernas cruzadas y la columna recta (posición del loto). Se colocan las manos como en la oración cristiana y se inspira profundamente, concentrando la atención en el punto del tercer ojo. Al espirar, se canta todo el mantra o se inspira brevemente después de Ong Namo. El sonido dev se canta en un tono ligeramente más elevado que los otros. Repetir el man–tra por lo menos tres veces.
• A continuación se puede realiza entre 5 y 10 minutos de oración personal, afirmacio–nes positivas o fijación de objetivos. Se puede fijar la atención en lo que se espera conseguir a lo largo del día.
• Realizar entre 10 y 30 minutos de estiramientos y de ejerci–cios de respiración ayuda a dar fuerza al cuerpo y a olvi–darse de las distracciones físicas.
• Relajarse entre 2 y 5 minutos acostado boca abajo, pres–tando atención a la respiración.
• Realizar una o más meditaciones terapéuticas específicas.
• Para finalizar, hay que volver a relajarse y proponerse mantener el estado de ánimo sereno y vigoroso durante todo el día.
LIBROS DE DHARMA SINGH KHALSA
La Alimentación como medicina, E. Books4pocket 2009
La meditación como medicina. Ed. Urano. 2001.
Curar el dolor. E. Urano. 2001.
Rejuvenece tu cerebro. Ed. Urano. 1998
En esta ocasión te has superado, en serio genial
entrada!!! Enhorabuena
Gracias muchas gracias Doyel. Siento haber tardado tanto en contestarte. Un fuerte abrazo… SatNam
Desearía saber cómo realizar los ejercicios mente cuerpo.
O dónde leerlos en internet
Muchas gracias
SatNam Hilda, el doctor Dharma Singh K. se refiere con ” ejercicios cuerpo-mente” a las kriyas ( series de ejercicios y meditaciones) que se practican en las clases regulares de kundalini yoga. Seguramente cerca de donde vives tienes una escuela de kundalini yoga reconocida por AEKY si vives en España. Yogi Bhajan dejó instituciones por todo el mundo que velan por la pureza del gran legado que trajo a occidente. Los sellos IKYTA Y KRI dan credibilidad a libros, manuales y escuelas repartidas por todo el mundo. Para asegurarte que haces correctamente los ejercicios cuerpo – mente es necesario tomar clases con un profesor reconocido por las instituciones que Yogi Bhajan dejó. Es la forma correcta de poder ir corrigiendote y así adquirir más conciencia física y mental todos los beneficios para tu cuerpo- mente… Otra opción que tienes es hacer la formación de profesores nivel I. Saludos.
Doctor Dharma estoy leyendo su magistral libro Rejuvenece tu cerebro, es algo divino,será siempre mi libro de cabacera..
Mil gracias,
Atentamente,
D gavanzo P,
Doctor Dharma estoy leyendo su magistral libro Rejuvenece tu cerebro, es algo divino,será siempre mi libro de cabacera. Yo soy humano…
Mil gracias,
Atentamente,
D gavanzo P,
felicitaciones por su articulo y mi pregunta es como meditar? la verdad nunca he meditado y me gustaria que me recomienden un metodo. grcias
Sat Nam
Las prácticas yoguicas es deseable tomarlas presencialmente con una persona cualificada y experimentada.
Por ejemplo en Kundalini Yoga, cada meditación tiene una serie de pautas concretas, que se han de seguir para profundizar en esa práctica y obtener una experiencia predecible para cada persona dependiendo de su grado de experiencia.
Es recomendable que busques a esa persona, para que te transmita la seguridad, el conocimiento y también que te corrija durante la práctica. Porque sucede, que puedes creer que lo haces correctamente pero si nadie puede corregir tu postura, tu atención y la proyección de la voz, cómo será posible recibir el fruto de tu dedicación y esfuerzo?
Eliminar hábitos negativos es complicado verdad?. No crees hábitos negativos con las prácticas. Eso te llevaría al abandono de las mismas y quizás también a interpretaciones erroneas de dichas prácticas.
Saludos Guruprassad