Mucha gente pregunta o comenta que dentro de la clase de yoga se sienten en paz, en armonía, pero al salir de la clase no pueden sostener esa sensación de paz, de felicidad, de control sobre ellos mismos y su respiración.
Llevar la práctica de yoga a las tareas cotidianas es uno de los desafíos más interesantes de todo yogui, es decir,de las personas que practican yoga.
Kundalini yoga tiene una estructura descrita en los Sutras de Patanjali, llamada comúnmente Las Ocho Ramas del Yoga, las cuales son: la conducta social (Yamas), la conducta personal (Niyamas), las posturas físicas (Asanas), el control de la energía fundamental (Pranayama), la abstracción sensorial (Pratyahar), la concentración (Dharana), la meditación profunda (Dhyana) y la interiorización profunda (Samadhi).
La práctica de estas ocho partes de Yoga destruyen las impurezas del ego y nos otorga la conciencia y la neutralidad sobre nuestra vida. Se las llama ramas, porque engloban la idea de que cada una tiene que practicarse y profundizarse de forma pareja, siendo todas igual de importantes para la conexión de nuestro ser finito con el Ser Infinito.
Por eso es muy común que luego de una hermosa clase de yoga, sintamos como un desafío el mantener ese nivel de conciencia, de quietud, para no caer en los hábitos de siempre. Muchos dicen: “es difícil volver a la realidad”. La práctica de yoga debe ser una realidad que llevarla a cada una de las situaciones de la vida y no sólo practicarla dentro de clase.
Yama es la conducta social que tenemos que tener presente y aplicar concientemente y se divide en 5 formas de acción: no causar daño alguno (Ahimsa), ser sincero (Satya), no robar (Asteya), ser moderado en los placeres sensuales (Brahmacharya) y poseer lo justo y necesario (Aparigraha). Esta conducta es un deber fundamental para un yogui, más allá de las circunstancias, la posición social, el lugar y el momento.
El primer Yama, Ahimsa, se refiere a no causar ningún daño, a tener compasión, entendiendo y manteniendo nuestra dignidad y la de otros, generando amor por los demás a través de nuestro amor propio.
La falta de entendimiento hacia otras personas ocurre en aspectos de nuestra vida en los que no tomamos conciencia de la situación, como el intentar controlar la vida o las acciones de otras personas o animales, no tener consideración por otros seres vivos (animales, bichos, verduras, plantas, toda la naturaleza) o las agresiones físicas, verbales o incluso de pensamiento.
Una agresión es también juzgar con intención personal.
“Nunca estés correcto o incorrecto, siempre se neutral. Habla, no a través de la mente positiva o la mente negativa, sino desde la mente neutral. Y cuando tengas que confrontar una calamidad o un placer, toma la altitud. Ajusta la actitud. No reacciones en seguida”, dijo Yogui Bhajan.
Cuando nos inclinamos a no causar ningún mal y esa intensión queda fija en nuestro ser, se disuelve en nuestra persona cualquier enemigo. Nos damos cuenta que el supuesto enemigo o agresión externa venía de nuestros propios miedos e inseguridades.
Mahatma Ghandi fue un gran ejemplo de Ahimsa, porque abrió su corazón, a través del poder del sacrificio, bendiciendo a sus supuestos enemigos, dando conciencia y cultura, en vez de armas, enojo, violencia y sangre. No luchando contra nada, sino luchando por algo. Es un gran ejemplo para tener presente en el accionar de nuestras vidas.
Busquemos también esa otra forma de Ahimsa: la amabilidad y la bendición hacia otros seres, sin control, sin juzgar, sin ganancia propia, simplemente bendiciendo y abriendo nuestro corazón como un lugar de descanso para quien lo necesite.
La meditación de bendición del libro El Toque del Maestro es muy simple y a la vez desafiante. Nos ayudará a entender el poder de sacrificio y la intención que queremos tener en cada acción, desarrollando el toque de sanación que se necesita para actuar desde la compasión y el dharma.
Para la meditación necesitas el mantra “Wahe Gurú Wahe Gurú Wahe Gurú Wahe Llio”. Te recomendamos las siguientes versiones de este transformador y devocional mantra para acompañar tu meditación: Snatam Kaur del disco “Unirse y Fluir”, Mirabai Ceiba “Sadhana dela Montaña” y el disco de “Numerología No. 6″.
“En la medida en la que no te lastimes a ti mismo no lastimarás a otros. Ahimsa empieza por ti. Se compasivo contigo mismo primero para ser compasivo con otros.”
extracto de Spirit Voyage Blog