“…La culpa innecesaria es sólo una de las muchas intrigas de la mente. Más frecuente y debilitante es el sentimiento de que eres limitado e inferior. La realidad es que no hay nadie que pueda limitarte. No hay nadie que pueda dañarte. Tu existencia no está ligada al tiempo y el espacio. Siempre tienes una alternativa para proyectar tu mente. Cómo te proyectas y cómo te comunicas con tu ser y con otros, es tu fuerza fundamental. Puedes proyectar tu mente hacia un concepto y capacidad con ilimitado alcance, vastedad y una inmensurabilidad cósmica. Si tú actúas limitado debido a tu medio ambiente o debido a una reacción emocional, eso es una debilidad. Si actúas intencionalmente para limitar tu propio ser por el conocimiento de alguna consecuencia que tú quieres evitar, entonces esa es tu fuerza…”
Extracto de La Mente: sus proyecciones y sus multiples facetas, Yogui Bhajan
Meditación para el guna sáttvico
– Escuchando los Susurros Angelicales –
Esta meditación refinará el guna sátvico de tu mente. Siéntate en calma y silencio. Endereza tu columna. Coloca cada mano en el hombro opuesto. Tus brazos deben cruzarse. Sostén tus hombros, los brazos van relajados sobre el pecho.
Cierra tus ojos. Escucha la música de este mantra.
Ardaas bhaí, amar daas guruu,
Amar daas guruu, ardas bhaí,
Raam daas guruu, raam daas guruu,
Raam daas guruu, sacheii sahii.
La Gracia de Guru Amar Das (Quien es la esperanza de los desesperanzados) y Guru Ram Das (Quien es el Rey de los yogis y Otorgador de bendiciones —pasadas, presentes y futuras) garantiza que la plegaria será contestada y todas las necesidades serán proveídas.
Mientras escuchas a los instrumentos tocar esta tonada, silba con ellos. Escucha el sonido del silbido en el punto del entrecejo. Mantén los ojos cerrados. En tu interior, manténte en calma y silencio. Esta es una postura de paz.
Continúa de 15 a 31 minutos. Luego, comienza a respirar larga, lenta y profundamente. Mentalmente escucha el eco de tu silbido. Escucha el sonido que creaste antes. Haz que el poder unísono de tu mente, el sutil guna sátvico de la mente, lo escuche. Una vez que has aprendido a escuchar de esta manera, puedes escuchar, de la misma manera, lo que es la Voluntad de Dios. Cuando puedas calmar la mente, refinarla y dirigir su guna, entonces podrás escuchar la Voluntad de Dios, discernir lo que es,
y luego actuar. La vida será muy fácil, dichosa, y satisfactoria. La Biblia dice lo mismo. Existe una palabra llamada “Contemplar”. Contémplate a ti, Permanece dentro de ti y escucha.
Continúa de 3 a 11 minutos.
Termina con tres respiraciones poderosas: Inhala profundamente por la nariz, suspende la respiración de 5 a 10 segundos, después exhala poderosamente a través de la boca. Cuando sostengas la respiración adentro, pon toda la presión de las manos sobre tus hombros. Presiónalos hacia abajo y mantén la columna quieta y recta. Repite esta respiración tres veces. Después relájate.
Excelente meditacion